jueves, 18 de noviembre de 2010

Los fallos de mercado

Los fallos de mercado tienen lugar cuando el suministro de un bien o servicio por parte del mercado no es eficiente, bien porque suministra más cantidad de lo que sería eficiente, o porque proporcione menos cantidad. En cualquier caso, resulta muy difícil conocer la cantidad óptima de bienes que debe abastecerse, pues los consumidores no revelan sus verdaderas preferencias, exagerándolas cuando se trata de un bien gratuito, u ocultándolas cuando deberán pagar por él.

La mayoría de los bienes intercambiados en el mercado cumplen con los principios de rivalidad y exclusión. Son bienes privados puros. Estos no presentan, en principio, ningún tipo de problema pues se puede regular la cantidad que es necesario suministrar mediante los mecanismos de oferta y demanda. Sin embargo sí que surgen complicaciones cuando hay falta de competencia: monopolios naturales.

Las dudas aparecen cuando no se cumplen los principios de rivalidad y exclusión. La rivalidad distingue los bienes privados de los públicos.

Aunque fuera posible la exclusión, cuando un bien es no rival, no tiene sentido la exclusión desde el punto de vista de la eficiencia económica. Cobrar por un bien no rival (bien público impuro) provoca un subconsumo (ejemplo: autopista). Pero si no se cobra, no habrá entonces ningún incentivo para suministrarlo, y el fallo de mercado tendrá la forma de suministro insuficiente.


Si además el bien no es excluible (bien público puro), aparecen los free riders (usuarios gratuitos o polizones). Éstos no contribuyen económicamente a la provisión del bien, pero como no es posible la exclusión, finalmente sí que utilizan el bien o servicio. Como es previsible este tipo de comportamiento por parte de los ciudadanos, las empresas privadas no estarán dispuestas a proveer el bien, por lo que deberá de hacerlo el Estado.



Las externalidades son efectos de las acciones de una persona o empresa que afectan a otra persona o empresa, pero por los que no se paga o cobra. Pueden ser positivas, si el efecto es beneficioso; o negativas si es perjudicial. La presencia de externalidades implica que el sistema de precios de mercado deja de alcanzar la solución eficiente, ya que los precios van a reflejar solamente los costes marginales privados, y no el coste marginal social, que recoge la existencia de efectos externos.

Posibles soluciones:

1. Internalizar la externalidad. Teorema de Coase.

2. Impuestos correctores o multas, en el caso de las externalidades negativas. Subvenciones en caso de externalidades positivas.

3. Regulación mediante normas (máximos de emisión, permisos, temporadas…)




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